La orientación psicopedagógica es un elemento esencial en la educación actual. Esta responsabilidad es asumida en el centro por profesionales de la Psicología y Pedagogía.
Toda intervención psicopedagógica comienza por una evaluación psicopedagógica del alumno, realizada por el orientador, con la colaboración del tutor o profesor, que permitirá definir cuáles son sus necesidades educativas. Dentro este marco, la intervención psicopedagógica está al servicio de la educación conjunta, e individualizada.
Toda intervención psicopedagógica comienza por una evaluación psicopedagógica del alumno, realizada por el orientador, con la colaboración del tutor o profesor, que permitirá definir cuáles son sus necesidades educativas. Dentro este marco, la intervención psicopedagógica está al servicio de la educación conjunta, e individualizada.
El servicio que se presta está orientado al proceso de enseñanza y aprendizaje. El orientador, de forma coordinada con el profesorado y las familias, planteará y coordinará aquellas medidas que se precisen aquellos alumnos que presenten dificultades de aprendizaje, altas capacidades, o problemas adaptación social y de comportamiento.
Nuestra labor cobra más importancia si cabe en el trabajo que en día a día se realiza con los tutores para prevenir y detectar las necesidades educativas especiales del alumnado. Además, de prestar ayuda en todos aquellos aspectos que tienen que ver con la acción tutorial, elaboración de adaptaciones curriculares, y seguimiento de alumnos con dificultades.
